Casa de Santa Rosa de Lima en Quives. |
Viaje de Lima a Santa Rosa de Quives
Aquí tienen una breve descripción del viaje que hize desde Carabayllo (Lima) a Santa Rosa de Quives (Canta) a mediados de agosto del 2012. Contiene datos importantes de la ruta al Santuario de Santa Rosa de Lima en Quives, ubicado en el kilómetro 65 de la carretera Lima-Canta.
En el famoso paradero Km 22 de la avenida Túpac Amaru en Carabayllo abordé un viejo ómnibus que iba a Canta. Hasta Quives me cobraron 6 soles.
Mi viaje empezó a las 3.55 pm. Los primeros minutos se atraviesa Torreblanca, un barrio de Carabayllo con varios pueblos jóvenes y muchos baches en la pista. Por cierto, todo el trayecto a Quives está lleno de huecos y parchados en las pistas.
A las 3.55 pasé por Punchauca, donde se ubica la famosa casona colonial donde se reunieron el prócer don José de San Martín y el virrey español José de la Serna en junio de 1821.
A partir de las 4.07 observé los campos de cultivo del pueblo de San Antonio de Carabayllo. A las 4.20 pasé por la puerta del fundo Atahualpa. Tres minutos después contemplé la cancha de futbol, el cementerio y la escuela del pueblo de Chocas.
A las 4.31 un letrero advierte de la cercanía de la zona arqueológica de Buenavista. Dos minutos después vi un puente sobre el río Chillón con un letrero de ingreso al pueblo de Trapiche. Esto es en el Km 38.
A las 4.34 aprecié el club campestre Las Retamas. A las 4.40 pasé por Zapán, cuya plaza principal tiene un monumento al general Juan Velasco Alvarado, quien en 1969 dio la Ley de Reforma Agraria. Esto es en el Km 45.
El viaje continúa al lado de campos de cultivo hasta que a las 5.02 el ómnibus llegó al pueblo de Yangas, capital del distrito de Santa Rosa de Quives. Se observan el Palacio Municipal y la Plaza de Armas. Todo esto es en el Km 55.
En los últimos 10 kilómetros la carretera va en notorio ascenso. Después de varias curvas a las 5.20 pasé por Checta, lugar famoso por sus petroglifos de varios siglos de antigüedad.
Poco después atravesé el puente Las Cabañas y las 5.25 el carro se detuvo en el pueblo de Santa Rosa de Quives. Bajé y contemplé el paisaje de cerros y campos agrícolas. Caminé 5 minutos por una rampa y llegué al Santuario de Santa Rosa de Quives.
En el famoso paradero Km 22 de la avenida Túpac Amaru en Carabayllo abordé un viejo ómnibus que iba a Canta. Hasta Quives me cobraron 6 soles.
Mi viaje empezó a las 3.55 pm. Los primeros minutos se atraviesa Torreblanca, un barrio de Carabayllo con varios pueblos jóvenes y muchos baches en la pista. Por cierto, todo el trayecto a Quives está lleno de huecos y parchados en las pistas.
A las 3.55 pasé por Punchauca, donde se ubica la famosa casona colonial donde se reunieron el prócer don José de San Martín y el virrey español José de la Serna en junio de 1821.
A partir de las 4.07 observé los campos de cultivo del pueblo de San Antonio de Carabayllo. A las 4.20 pasé por la puerta del fundo Atahualpa. Tres minutos después contemplé la cancha de futbol, el cementerio y la escuela del pueblo de Chocas.
A las 4.31 un letrero advierte de la cercanía de la zona arqueológica de Buenavista. Dos minutos después vi un puente sobre el río Chillón con un letrero de ingreso al pueblo de Trapiche. Esto es en el Km 38.
A las 4.34 aprecié el club campestre Las Retamas. A las 4.40 pasé por Zapán, cuya plaza principal tiene un monumento al general Juan Velasco Alvarado, quien en 1969 dio la Ley de Reforma Agraria. Esto es en el Km 45.
El viaje continúa al lado de campos de cultivo hasta que a las 5.02 el ómnibus llegó al pueblo de Yangas, capital del distrito de Santa Rosa de Quives. Se observan el Palacio Municipal y la Plaza de Armas. Todo esto es en el Km 55.
En los últimos 10 kilómetros la carretera va en notorio ascenso. Después de varias curvas a las 5.20 pasé por Checta, lugar famoso por sus petroglifos de varios siglos de antigüedad.
Poco después atravesé el puente Las Cabañas y las 5.25 el carro se detuvo en el pueblo de Santa Rosa de Quives. Bajé y contemplé el paisaje de cerros y campos agrícolas. Caminé 5 minutos por una rampa y llegué al Santuario de Santa Rosa de Quives.